Los aceites comestibles son productos de origen vegetal, cuyos componentes principales son glicéridos (grupo de lípidos) de los ácidos grasos. Las principales semillas de las que se obtienen aceites refinados para consumo humano son soya, canola, cártamo y girasol.
La soya es una leguminosa de la que podemos obtener principalmente proteínas, aceites, lecitina y forrajes. El aceite de soya se utiliza básicamente para el consumo humano y usos industriales, tales como la fabricación de margarinas, mantequillas y chocolate.
La canola es una planta oleaginosa que produce hermosas y pequeñas flores amarillas, tiene la capacidad de desarrollarse en varios tipos de clima y de suelo. La canola se cultiva con la finalidad de obtener semillas del cual se substrae aceite.
Este aceite particularmente se usa en la cocina para la preparación de alimentos. Los aceites de origen vegetal como la soya y la canola, no contienen colesterol y además aportan vitamina E, que actúa como antioxidante, por lo que ayudan a evitar los riesgos de enfermedades cardiovasculares, facilitan el tránsito de la sangre y protege a las arterias y el corazón.