Tiene una composición única y equilibrada de ácidos grasos saturados e insaturados. Concretamente, el aceite de palma contiene un 44% de ácido palmítico saturado, 5% de ácido esteárico saturado, 40% de ácido oleico monoinsaturado y 10% de ácido linoleico poliinsaturado.
Contiene menos de un 2% de ácidos grasos trans, de forma que se utiliza para sustituir este tipo de ácidos grasos en productos en ls que se requiere la texturao de una grasa sólida. El aceite de palma ha contribuido a la casi desaparición de estas grasas trans industriales en Europa Occidental.
Es una fuente concentrada de energía para nuestro cuerpo, lo que hace que dispongamos de la reserva energética necesaria para afrontar las actividades de nuestro día.
Las grasas son componentes estructurales de las membranas celulares y las hormonas. Las grasas pueden provenir de grasas y aceites como tal, pero también de otros alimentos, de forma natural o añadida. Se constituyen como esenciales para la nutrición e indispensables para la dieta humana.
Las grasas que proporciona ayudan a proteger nuestro cuerpo, aislándolo y manteniendo la temperatura corporal media adecuada para el ser humano.
Algunos tipos de vitaminas, como las A, D, E y K, dependen de la grasa para su absorción.
También es fuente de componentes naturales de la vitamina E, la cual estimula el sistema inmunitario para que este pueda combatir las bacterias y los virus.